jueves, 8 de julio de 2010

Jaime Naranjo Gonzalo

 `Homenaje a Santiago Amón´

5 de abril de 1988 

Museo Vostell - Marpartida Cáceres...

En 1978, apenas iniciado en España el proceso político de la transición hacia la democracia, el Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid dedicaba al artista Wolf Vostell una magna exposición retrospectiva. Hasta ese momento sólo de una manera ocasional y aislada se había tenido, en nuestro país, la posibilidad de conocer directamente el trabajo de uno de los creadores más importantes surgidos en el contexto de las vanguardias artísticas de la postguerra. A propósito de aquel acontecimiento quiero hacer notar aquí únicamente el hecho de que, si a muchos sorprendió entonces el contenido de una obra que, desbordando el marco de la concepción tradicional del objeto artístico, buscaba al espectador para implicarlo en un proceso reflexivo y crítico sobre el mundo que nos rodea; hubo a quienes no pasó desapercibido el dato, para nosotros de singular importancia, de su larga relación con Extremadura. Hoy nos parece obligado recordar aquí que Wolf Vostell, fundador delhappening europeo y artista reconocido internacionalmente, realizó sus primeras exposiciones muy cerca de este lugar, en Cáceres, en 1958; y que ahora precisamente se cumplen 30 años de aquella fecha, durante los cuales muchas vertientes de su actividad han tenido como referencia Extremadura. La relación de Vostell con nuestra región ha sido intensa, ratificada por lazos de sangre y, en lo que al artista se refiere, también fecunda. La vivencia extremeña de Vostell ha quedado explícitamente reflejada en trabajos como su espléndida serie sobre "La Siberia Extremeña" y muchos otros, en los que el artista ha sabido captar ciertos aspectos de la Extremadura ancestral con arreglo a presupuestos ideológicos y estéticos estrictamente contemporáneos, todo ello para dar origen a un documento plástico sobre nuestra realidad que representa una alternativa crítica a los modelos costumbristas más convencionales y estereotipados del pasado.

Estos trabajos ocupan una posición tan significativa en el proceso de su trayectoria profesional que cualquier valoración que quiera hacerse de su trabajo debe, necesariamente, establecerse a partir de la consideración de que, de hecho, son dos los extremos entre los que transcurre su actividad creadora: a un lado Berlín, y al otro este hermoso rincón de Extremadura. Por las circunstancias de su vida y de su obra, Vostell debe ser reivindicado como un extremeño de vocación, como un artista cuya recuperación es fundamental para nosotros a la
hora de abordar el futuro desarrollo de una cultura artística con señas de identidad propia.
Conscientes de ello, puedo anunciaros que son varias las Iniciativas que para el logro de ese objetivo ha puesto en marcha la Junta de Extremadura a través de la Consejería de Educación y Cultura, entre ellas un proyecto para rehabilitar este excepcional marco arquitectónico del lavadero que constituye uno de los más singulares testimonios de la arqueología industrial de nuestro siglo XVIII y nuestro apoyo al proyecto "Arte y Naturaleza" concebido por Vostell como una obra personal; quizá aquella que de una manera más rotunda alcance a dar sentido a todo el conjunto de su actividad artística, a su creencia de raíz humanística en la función educadora y emancipadora del arte; a la totalidad, en fin, de un trabajo creador concebido como un proyecto utópico en el que arte y vida deben reconocerse e identificarse.

La obra cuya instalación tenemos hoy la satisfacción de inaugurar, este "Fin de Parzival", un ambiente ideado en los años veinte por Salvador Dalí, es al mismo tiempo que el cumplimiento de una vieja promesa, el resultado de un intercambio realizado entre los dos artistas, en virtud del cual una obra de Vostell, "El Obelisco de la Televisión", puede hoy admirarse en el museo de Dalí en Figueras. Desde esta perspectiva parece oportuno hacer una pública invitación a las instituciones, al Ayuntamiento, al Instituto Alemán y por supuesto al Ministerio de Cultura y desde luego a la familia Vostell y a sus amigos, para trabajar todos juntos en este ambicioso proyecto; en un esfuerzo solidario, en el que estoy seguro dejaremos aparte particularidades gananciales para confluir en el común de las ganancias.


Para ayudarnos en esta tarea la Dirección General de Patrimonio de nuestra Consejería ha encargado un avance de ¡deas a un equipo de técnicos: M.a del Mar Lozano Bartolozzi, Michel Hubert, Antonio Franco y Manuel Garrido Santiago, quienes estoy convencido facilitarán la búsqueda de soluciones.
Después de expresar mi agradecimiento al Instituto Alemán de Madrid, valedor en tantas ocasiones de la obra Vostelliana y a cuantos con su colaboración han hecho posible esta realidad, quisiera dedicar mis últimas palabras al gran artista Salvador Dalí a quién desde aquí enviamos nuestro más sincero y cordial saludo. Muchas gracias.


Grupo "El Paso"
Por Santiago Amón
- Conferencia de Santiago Amón en la Facultad de Bellas Artes de Madrid (24/04/1983)

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