"Además, como tú bien sabes, a mí me encanta Arles, mientras que a Gauguin le parece la ciudad más sucia de todo el sur. He encontrado tanta amistad aquí entre los vecinos, entre la gente del hospital, que realmente preferiría estar siempre enfermo aquí a tener que olvidar la hospitalidad de esta gente, por muchos prejuicios que puedan tener sobre la pintura y sus pintores".
Febrero de 1889
- "En estos días, trasladando mis muebles, embalando las telas que voy a expedir, estaba triste. Pero lo que me parecía sobre todo triste es que todo esto me lo hubiera dado tu amistad fraternal y que todos estos años solo gracias a esta amistad tuya yo hubiera podido sostenerme: me resulta difícil expresarte lo que sentía. La bondad que has mostrado hacia mí no se ha perdido, pues tú la has mostrado y ahí queda, aunque los resultados materiales fueran nulos, ahí queda con más razón incluso… Hoy considero más grande que nunca tu bondad hacia mí. No puedo decir cómo lo siento, pero te aseguro que esta bondad ha creado un halo bueno y si no ves los resultados, querido hermano, no te disgustes, porque tu bondad permanecerá en mí".
1 de abril de 1889
- "El otro día volvía a escribirle a nuestra hermana diciéndole que durante toda mi vida, o casi, he buscado cualquier cosa menos acabar como mártir, cosa para la cual no doy la talla".
3 de mayo de 1889
- "Estoy (prendido del mal) en la vida; mi estado mental es y ha sido demasiado “abstracto”, hasta el punto de que independientemente de lo que se haga por mí yo no puedo volver a darle un equilibrio a mi vida. Me siento tranquilo cuando puedo seguir una regla, como aquí en el hospital".
30 de abril de 1889
- "No soy un admirador del Cristo en el huerto de los olivos de Gauguin, del que me ha mandado un boceto. Del de Bernard no sé, pero él me ha prometido una fotografía, sin embargo temo que estas composiciones bíblicas me harán desear otras cosas. En estos días he visto mujeres recogiendo aceitunas: no hay ninguna posibilidad de que hagan de modelo, no he hecho nada. Pero me he preguntado si era buena la composición de Gauguin; en cuanto al amigo Bernard, probablemente no ha visto jamás un olivo. El renuncia a hacerse una mínima idea de la realidad de las cosas, y éste no es el medio para llegar a una síntesis. No, no me mezclaré nunca con sus composiciones bíblicas".
Noviembre de 1889
- "Bernard me ha mandado las fotos de sus telas: lo que tienen es que son una especie de sueños y pesadillas".
Sin fecha (1889)
- "Estoy luchando con un cuadro que empecé unos días antes de mi recaída, un segador, el estudio es amarillo, terriblemente empastado, pero el motivo era bello y sencillo. Y entonces vi en este segador –vaga figura que lucha contra el demonio bajo el sol para terminar su trabajo–, vi en él la imagen de la muerte, es decir, que la humanidad sería el trigo que se siega. Es pues, si se quiere, la antítesis de aquel sembrador que había pintado. Pero en esta muerte no hay nada triste, todas las cosas suceden a la luz de un sol que lo inunda todo con una luz de oro fino".
Septiembre de 1889