8- La estética más importante de la Antigüedad, la de Aristóteles, daba por sentado que el arte ejercía una función beneficiosa en el ámbito de la sociedad. Pero en época romana un autor anónimo, aunque sin duda a contracorriente, sostuvo que la grandeza de un poeta no residía en ponerse al servicio de la sociedad, sino en la grandiosidad de su concepción y en la fuerza del pathos. Y dio a esta cualidad el nombre de «sublime», destinado a una extraordinaria fortuna a partir del siglo XVIII.Cuando un libro o un espectáculo nos entusiasman, calificarlos de «bellos» nos parece demasiado poco y recurrimos a palabras como «excepcional» o «extraordinario». Y si una persona nos fascina, usamos el superlativo: es bellísima, es maravillosa. Parece que en estos casos el adjetivo «bello» sea insuficiente. ¿Existe un término apropiado? En el siglo XVIII Kant lo encontró en «sublime» y lo opuso a «bello».
Para Kant la mujer es bella, pero el hombre es sublime. Obviamente, el juicio es de un soltero impenitente que no se pirraba por el sexo débil. De la misma manera, el día es bello y la noche sublime. ¿Por qué? Un hombre que camina de noche experimenta una mezcla de temor y placer (a menos que tenga un mal tropiezo): temor por la grandiosidad de la naturaleza que se manifiesta en la inquietante oscuridad; placer si, no obstante, se siente intrépido para afrontarla.
Por estas razones Kant considera lo sublime una verdadera categoría estética, junto a la tradicional de lo bello. Pero ya muchos siglos antes, con el anónimo de Sobre lo sublime, era una categoría estilística que alimentaba una retórica de lo heroico y del pathos. El anónimo no tiene ningún problema en extraer ejemplos de la literatura clásica.
¿Cuál era el héroe griego que conseguía sobrecoger? ¿Aquiles? Si y no. Tuvo el mérito de llevar a los griegos a la victoria, pero su figura no era el máximo de la virilidad. ¡En cambio Áyax! Aquél sí que era una fiera humana. Los trágicos habían intuido la diferencia entre los dos personajes y se habían guardado muy bien de dedicar una tragedia a Aquiles. Pero la tragedia sobre Áyax fué incluso la primera que Sófocles quiso escribir. Come héroe impávido, Áyax prefiere mirar de frente al adversario, aun a riesgo de perder la vida:
























































Transmutación-plantilla:
0 comentarios:
Solo se publicarán mensajes que:- Sean respetuosos y no sean ofensivos.
- No sean spam.
- No sean off topics.
- Siguiendo las reglas de netiqueta.
Publicar un comentario