Lo infraleve puede estar conectado a lo visual, a lo olfativo o incluso a lo táctil, puede ser un movimiento, una mirada, el paso previo a una acción, un deterioro, o la suma de todos ellos.
Es lo que está entre cosas ya nombradas. Requiere por tanto ser descrito mediante más de una palabra. Es una intersección; levita en ella. Permanece totalmente intangible, como un sustantivo abstracto; casi algo imaginado. Es la idea o sensación que se origina al combinar dos elementos, dos realidades.
Todavía la realidad virtual es muy reconstruida, una realidad otra demasiado marcada. Y es que existen cosas ya dadas en la vida real que son infraleves. Para captarlas será necesario adquirir una conciencia del ahora, experimentar diferentes posibilidades y probabilidades de la percepción, acceder a todo un mundo de sutiles superposiciones e interacciones. Adquirir el mágico don de hacer coincidir, haciendo relacionar.
Pero no se trata de una palabra aquí inventada, sino de un concepto tomado de las matemáticas por Marcel Duchamp. Tal vez la menos conocida de sus lúcidas ideas (...)
"Al implicar lo posible, el llegar a ser el paso de lo uno a lo otro tiene lugar en lo infraleve."
(Duchamp)
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