lunes, 19 de enero de 2009

De escritos...

...en ese mágico momento...
en el que se enciende todas esas estrellas sobre nuestras arterias...

y los renglones fluyen...

...esas palabras deambulantes se acercan unas a otras hasta llegar a su tenue caricia...
sobre un pequeño y frágil papel...
donde se van amontonando unas con otras las palabras...

transcurrió un domingo...

aquel nocturno 26 de junio de 2005...

ese ansiado...
este ser...



________
Ansiado ser


Amanecer frente a las estrellas, bajo una sombra firme, fresca; enredando caminos de cordones desatados en sentimientos que no son pasajeros...

A la espera en que llegue ese ansiado día del amanecer junto a esa figura que marco un cuerpo cargado de ambiciones y deseos...

Mujer luz, con manos hechas de alas que vuelan por paisajes creados de colores en creaciones perpetuas...

Dulce sabor al recorrer por los senderos que deambula ese cuerpo de mujer que inspira un enigmático sabor a creación...


Océano cargado de hechizos, con brujas burbujas relucientes por estallar al llegar al punto culmine de una serena orilla encantada...

Mientras esas estrellas se encandilan por un viaje desierto en guías, en busca de ese brillo inspirador...

Brilla tu silencio, al sentir ese tacto transformado en pigmento, delineado en tramas de un lienzo sumiso en forma de mujer...

Párpados que se abren, al imaginar tu esencia transformada en un vals de canciones indelebles...


El silencio de tu ausencia me lleva a una sombra transformada en oscuridad, por llenar su celeste estilo de doncella en flor...

Enardecedora calidez, al recordar tus palabras que encienden un fuego lujurioso por un corazón velando tu espera...

Sensaciones de expresiones abstractas al imaginar su paraíso, intentando ver ese presente de trazos indestructibles...

Cuando las distancias son tan cortas, entre su corazón y este desaforado latir de sentimientos en espera...


Belleza encantadora, que fue la creación que te ha formado como una encantadora doncella...

Rindo homenaje a tu imagen y semejanza; tu que estas presente en una blanca pared de una vieja habitación...

Este cuerpo colgado como un añejo bastidor, en un museo enamorador, que un día inesperado un coleccionista con dulzura así consiguió...

Amanecer inalcanzable, entregando una vida si esa diosa prosa

no iluminase como una fugaz estrella, viajando por las arterias de un corazón iluminado...


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