Fase II - (Nº 2/5)
Técnica: Mixta
Medidas: 35,5 X 48 ctm
Año: 2007
En la década de los años sesenta el artista americano de origen ruso Mark Rothko (1903-1970) pintó una serie de obras, conocidas como “Black Paintings”, que nos sitúan ante una superficie dividida en dos espacios; dos colores que tienden a fundirse en una unidad cromática. En un acrílico “Sin título” de 1970, probablemente una de sus últimas creaciones antes del suicidio ese mismo año en el mes de febrero, una débil franja en blanco cruza un gran vacío rojo de parte a parte. En los márgenes asoman otras mezclas anteriores. Parece como si durante los últimos años de su vida, Rothko hubiera estado obsesionado por conseguir un único espacio y una unidad de color. El trágico fin del artista podría expresar la inútil voluntad y el anhelo humanos por unir dos mundos separados.
Las pinturas oscuras de Mark Rothko pueden ser entendidas como la representación sensible de un conocimiento extático que ha puesto entre paréntesis el mundo objetivo. Estas pinturas abstractas conducen al alma a contemplarse en el abismo desnudo de su identidad y plantean a la teoría del arte la posibilidad de considerar la experiencia estética a partir de la recepción de lo inefable, de la imagen absolutamente inteligible y separada; aquello que en el contexto del neoplatonismo cristiano se conoce como la “tiniebla mística” de Dionisio Areopagita o la “noche oscura” de san Juan de la Cruz.