viernes, 24 de febrero de 2012

Bruno Corra

Cine abstracto (1912)



..hace  cien  años ya..


Izquierda a derecha: Bruno Corra, Emilio Settimelli, Arnaldo Ginna, Giacomo Balla y Remo Chiti

Podría decirse que la única presentación del arte de colores actualmente en uso es la pintura. Una pintura es un popurrí de colores colocados en relaciones recíprocas para representar una idea. (Se nota que he definido pintura como el arte de color. Por bien de brevedad, yo no afectará yo con línea de un elemento de otro arte.) Una nueva y más rudimentaria forma de arte pictórico puede crearse colocando masas de color armoniosamente dispuestos en relación entre sí sobre una superficie, con el fin de dar placer a los ojos sin representar cualquier imagen. Esto correspondería a lo que en música se denomina armonía, y por lo tanto, podemos llamarlo armonía cromática. Estas dos formas de arte, armonía cromática y la pintura, son espaciales; música nos dice de la existencia de algo esencialmente diferente, el mestizaje de tonos cromáticos presentadas al ojo sucesivamente, un motivo de colores, un tema cromático. No, ya que aún no es necesario, voy hablar de una cuarta forma de arte, correspondiente al drama musical, que daría lugar al drama cromático.

En consecuencia, hace dos años, después de toda teoría había establecida minuciosamente, decidimos hacer un intento serio de crear una música de colores. Inmediatamente comenzamos a pensar en los instrumentos, que tal vez no existía, y que tendríamos que haber hecho a pedido, para poder realizar estas teorías. Hemos recorrido caminos untrodden, dejando la intuición nos guía en su mayor parte, pero siempre avanzando al mismo tiempo, a fin de no ser llevado, con nuestro estudio de la física de luz y sonido, las obras de Tyndall y de muchos otros.

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Naturalmente hemos aplicado y aprovechar las leyes de paralelismo entre las artes que ya se había determinado. Durante dos meses cada uno estudia en su propio sin comunicar sus resultados — después presentado, discutido y amalgamados nuestras observaciones. Esto confirma nuestra idea, que de todas maneras había precedido nuestro estudio de la física, de adherirse a la música y la transferencia de la escala templada de música en el campo de color. Sabíamos, sin embargo, que la escala cromática consta de sólo una octava, y que, por otro lado, el ojo, a diferencia de la oreja, no poseen el poder de resolución (aunque replanteamiento de este punto, me doy cuenta que uno debe tener reservas). Todavía sentimos la necesidad evidente de una subdivisión del espectro solar, incluso artificial y arbitraria una (ya que el efecto se deriva principalmente de las relaciones entre los colores que impresionan el ojo). En consecuencia se seleccionaron cuatro gradaciones igualmente distanciadas en cada color. Hemos tenido cuatro rojos elegidos a distancias iguales en el espectro, cuatro verdes, cuatro violetas, etc.. De esta manera hemos logrado ampliar los siete colores en cuatro octavas. Después de la violeta de la primera octava llegó el rojo de la segunda y así sucesivamente. Traducir todo esto en práctica naturalmente utilizamos una serie de veintiocho colores eléctricos bombillas, correspondiente a las claves de veintiocho. Cada bulbo fue equipado con un reflector oblongo: los primeros experimentos se realizaron con luz directa y en los posteriores una lámina de vidrio esmerilado se colocó delante de la bombilla. El teclado era exactamente igual que la de un piano (pero menos extenso). Cuando se reproduce una octava, por ejemplo, los dos colores fueron mezclados, como son dos sonidos en el piano

Este piano cromático, cuando fue juzgado, dio muy buenos resultados, tanto es así que al principio tuvimos la ilusión de que habíamos resuelto definitivamente el problema. Nos divertía nosotros encontrar todo tipo de mezclas cromáticas, hemos compuesto por unos sonatinas de color: sueños en violeta y mattinate en verde. Hemos traducido, con algunas modificaciones necesarias, una barcarola veneciana de Mendelssohn, un rondó por Chopin, una sonata de Mozart. Pero al final, después de tres meses de experimentación, tuvimos que confesar que con estos medios no podría estar avanzando. Obtuvimos los efectos más grácil, es cierto, pero nunca en la medida en que nos sentimos totalmente atrapado. Tuvimos en nuestros tonos de sólo veintiocho de disposición, las fusiones no funcionó bien, las fuentes de luz no eran suficiente, si utilizamos potentes bombillas el excesivo calor les hizo discolor en pocos días y luego tuvimos que volver a colorearles exactamente, con una considerable pérdida de tiempo. Nos sentimos muy claramente que, a fin de obtener los grandes efectos orquestales que solo pueden convencer a las masas, necesitábamos tener una intensidad verdaderamente sorprendente de luz a nuestra disposición, sólo entonces podríamos emerge desde el ámbito restringido de experimento científico para entrar directamente en su práctica.

Recurrimos a nuestros pensamientos a la cinematografía, y nos parece que este medio, ligeramente modificada, daría excelentes resultados, ya que su potencia de luz fue el más fuerte que uno podría desear. También se resolvió el problema relativo a la necesidad de tener cientos de colores a nuestra disposición, ya que, aprovechando el fenómeno de la persistencia de una imagen en la retina, de hecho habría sido capaces de hacer muchos colores combinan, en el ojo, en un solo tono. Para lograr esto fue suficiente para pasar todos los colores de componente delante de la lente en menos de una décima de segundo. De esta forma con un simple instrumento cinematográfica, con una máquina de pequeñas dimensiones, habría obtenido los efectos innumerables y extremadamente potentes de grandes orquestas musicales, la verdadera Sinfonía cromática. Se trata de la teoría. En la práctica, los resultados, después de que habíamos adquirido la cámara, compró varios cientos de metros de película, eliminado la gelatina y aplica el color, como siempre, mezclaban. Para lograr una secuencia armónica, gradual y uniforme de temas cromáticas nos había quitado el conmutador giratorio y había conseguido librarse de la acción de obturador, demasiado; pero esto fue exactamente la razón del fracaso del experimento y significa en lugar de la esperada maravillosa armonía allí explotó sobre la pantalla un cataclismo de colores incomprensibles. Sólo posteriormente fue que comprendimos la razón. Sustituimos todas las piezas que habíamos eliminado y decidió examinar la película para ser coloreado como dividida en bares, cada uno como medir el espacio entre cuatro perforaciones, que corresponde al menos en las películas de la Pathe, para realizar una rotación completa del conmutador. Hemos preparado otra longitud de película y intentó de nuevo. La fusión de los colores fue perfecta, y fue el factor importante. Como para el efecto, no era tan bueno, pero ya nos habíamos dado cuenta que donde se refiere a esto podríamos no razonablemente esperar mucho, a menos que uno tenía la capacidad adquirida sólo por larga experiencia, proyecto mentalmente a la pantalla el desarrollo de un motivo que gradualmente se aplica con el pincel en el celuloide. Esta capacidad implica la fusión mental de muchos colores en un solo color y la disección de una tonalidad en todos sus componentes.

En este punto, viendo que nuestras experiencias nos habían conseguido positivamente en un camino sólido, nos sentíamos lo necesario para hacer una pausa para cada posible mejora en la máquina que estábamos usando. El proyector se mantuvo sin cambios. Simplemente sustituimos la lámpara de arco que nos habíamos utilizado hasta entonces con otro arco lámpara tres veces tan fuerte. Hicimos experimentos repetidos con la pantalla, utilizando un simple lienzo blanco, un lienzo blanco empapado en glicerina una superficie de estaño, un lienzo cubierto con un impasto que provocó, por reflejo, en una especie de fosforescencia, una jaula de aproximadamente cúbica de gasa muy fina penetrable por los rayos de luz, que dio un efecto fluctuante de las nubes de humo blanco. Finalmente regresamos a un lienzo blanco que se extendía sobre una pared. Todo el mobiliario fue removido y toda la habitación, paredes, techo y piso, pintado de blanca. Durante los ensayos nos llevaban cortinas shrouding blancos (por cierto: una vez establecida la música cromática, ya sea en nuestros trabajos o las de los demás, una moda seguirá alentando al espectador vestido para ir al teatro de color vestida de blanco. Sastres pueden llegar a trabajar en ello ahora). Hasta la fecha no hemos podidos lograr mejores resultados, y hemos seguido trabajando en nuestra sala de blanco, que, en cualquier caso, nos sirve bastante adecuadamente.

Antes de describir, ya que no puedo hacer otra cosa, las sinfonías de color éxito más recientes, voy a intentar dar al lector una idea de esto, aunque será lejos el efecto del encuentro de colores que se prolongará en el tiempo. Coloco bajo el lector de ojos unos bocetos (aquí a mano) para una película prevista desde mucho tiempo. Esto precederá actuaciones públicas, acompañados de explicaciones adecuadas. (Consistirá de quince o tan extremadamente simples cromáticos motivos, cada uno sobre un minuto largo y cada uno de ellos divididos de la siguiente. Estos servirán para comunicar al público la legitimidad de la música cromática, para ayudarle a comprender sus mecanismos y ponerlo en el estado de ánimo correcto para disfrutar de la Sinfonía de color que va a seguir, simples al principio, luego poco a poco más compleja.) A mano tengo tres temas cromáticos esbozadas tiras de celuloide. La primera es la más simple que uno podría imaginar. Tiene complementaries por única, de dos colores, rojos y verdes. Para empezar con toda la pantalla es de color verde y, a continuación, en el centro aparece una pequeña estrella de seis puntas. Esta gira sobre sí misma, los puntos vibrando como tentáculos y amplía, amplía hasta que ocupa toda la pantalla. Toda la pantalla es de color roja, y luego inesperadamente un sarpullido nervioso de manchas verdes estalla todo sobre él. Estos crecen hasta que absorben todo el rojo y el lienzo todo es de color verde. Esto dura un minuto. El segundo tema tiene tres colores: azul claro, blanco y amarillo. En dos líneas de un campo azul, uno amarillo, uno blanco, mover, plegado juntos, separar a sí mismos y doblez. A continuación, ondulan hacia los demás y se entrelazan. Este es un ejemplo de un tema lineal, así como cromático. El tercero está compuesto de siete colores, los siete colores del espectro solar en forma de pequeños cubos dispuestas inicialmente en una línea horizontal en la parte inferior de la pantalla contra un fondo negro. Estos movimiento en pequeños tirones, agrupar, estrellándose contra cada otro, demoledor y reforma, disminuyendo y ampliando, formando columnas y líneas, compenetrados, deformar, etc..

Y ahora sólo queda para que mí informar al lector de nuestros experimentos más recientes. Estos son dos películas, ambos de unos doscientos metros. El primero se titula el arco iris. Los colores del arco iris constituyen el tema dominante, que aparece ocasionalmente en diferentes formas y con creciente intensidad hasta que finalmente explota con deslumbrantes violencia. La pantalla está inicialmente gris, entonces en este fondo gris poco a poco parece un muy leve agitación de temblores radiantes que parecen salir de las profundidades de color gris, como burbujas en un muelle, y cuando llegan a la superficie de explotar y desaparecer. La Sinfonía toda se basa en este efecto de contraste entre el gris nublado de los antecedentes y el arco iris y la lucha entre ellos. Aumenta la lucha, el espectro, asfixiado por debajo de los vórtices nunca más que rodar de fondo en primer plano, logra liberarse, parpadea, luego desaparece de nuevo a aparecer más intensamente cerca al marco. Finalmente, en un inesperado desintegración polvoriento, crumbles gris y los triunfos de espectro en un girando de catherine-ruedas que desaparecen a su vez, enterrado bajo una avalancha de colores. El segundo se llama a la danza, los colores predominantes que carmine, violeta y amarillo, que continuamente están Unidos, separados y lanzados hacia arriba en un ágil pirouetting de spinning tops.

Lo he hecho. No hay ningún punto en escribir más, ya que nunca pude triunfar en dar más que la vaga idea de color. Uno sólo puede imaginar a sí mismo.

Uno puede hacer es abrir el camino y creo que he hecho esto, un poco. Me gustaría añadir algunos comentarios sobre drama cromática, con la que hemos hecho algunos experimentos interesantes, pero esto sería ir demasiado lejos. Quizás tratará con ellos en otro artículo sobre la música de colores que, espero, junto con esto, preparará al público a juzgar serenamente las sonatas pronto verán en el teatro.

¿Hay gente en Italia que están seriamente interesados en estas cosas? Si así, deje que ellos me escriben y tendré mucho gusto en comunicar a todos ellos (y es mucho) que no he sido capaz de escribir y que será suavizar el camino.

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