`Chapter VIII´
1. Problemas de la norma plástica
El problema de toda retórica es definir la norma con relación a la que va a. plantearse la desviación que constituye la figura. El problema de la norma en lo plástico se plantea, lo sabemos, de la manera siguiente: ¿cómo hacer coexistir el principio de la inmanencia de una norma plástica en el enunciado y el de una forma pregnante, preexistente a este enunciado?
Coexistencia imposible, si admitimos que el semantismo de lo plástico proviene siempre de un método hic et nunc, que produce un sentido a partir de las relaciones entre elementos de un enunciado, y no a partir de los mismos elementos, considerados fuera de todo enunciado...
El problema de toda retórica es definir la norma con relación a la que va a. plantearse la desviación que constituye la figura. El problema de la norma en lo plástico se plantea, lo sabemos, de la manera siguiente: ¿cómo hacer coexistir el principio de la inmanencia de una norma plástica en el enunciado y el de una forma pregnante, preexistente a este enunciado?
Coexistencia imposible, si admitimos que el semantismo de lo plástico proviene siempre de un método hic et nunc, que produce un sentido a partir de las relaciones entre elementos de un enunciado, y no a partir de los mismos elementos, considerados fuera de todo enunciado...
1.1. La norma como redundancia
Para iluminar este problema, hemos recordado el principio según el cual una norma es siempre de naturaleza sintagmática. Si bien existe un grado cero general, la norma determinante es siempre la de una posición dada. Esta norma es proporcionada por la redundancia en el seno del enunciado.
Debemos, pues, preguntarnos si en un enunciado plástico el contenido de una posición precisa depende de los elementos que rodean a ésta. Si éste es el caso, se podrá considerar como retórica toda ocurrencía plástica que ocupe una posición que sé supondría ocupada por otra ocurrencia en función de la redundancia del mensaje.
Para iluminar este problema, hemos recordado el principio según el cual una norma es siempre de naturaleza sintagmática. Si bien existe un grado cero general, la norma determinante es siempre la de una posición dada. Esta norma es proporcionada por la redundancia en el seno del enunciado.
Debemos, pues, preguntarnos si en un enunciado plástico el contenido de una posición precisa depende de los elementos que rodean a ésta. Si éste es el caso, se podrá considerar como retórica toda ocurrencía plástica que ocupe una posición que sé supondría ocupada por otra ocurrencia en función de la redundancia del mensaje.
Todo esto necesita ser precisado y suscita dos comentarios: Primero, en lo visual, la relación sintagmática no es de orden lineal (como sucede en lo lingüístico), sino espacial, de manera que en ella el factor cronológico está ausente en principio2: no se puede afirmar que el receptor mira primero tal posición y después tal otra, y así sucesivamente. Pero desde el momento en que unidades distintas pueden ser segregadas en un enunciado plástico, pocemos decir que se organizan en sintagma, el cual puede ser descrito como una red espacial de implicaciones recíprocas. La segunda dificultad consiste en que, incluso cuando se han identificado las reglas sintagmáticas de un enunciado, toda variación en los elementos ordenados no debe ser necesariamente considerada como una ruptura, pues puede perfectamente tratarse de una diferencia que aporta información. ¿Puede decirse que una ocurrencia coloreada roja en un conjunto gris constituye necesariamente una desviación? Un contraste sí, pero no necesariamente una desviación. Sólo se hablará de desviación cuando el contenido efectivo de una posición dada no sea conforme a lo esperado. A la condición enunciada más arriba le añadiremos, pues, esta otra: el mensaje debería programar el principio de un orden, pero para que se pueda hablar de retórica, debería hacerse de tal manera que el contenido de una posición esté fuertemente determinado por el sintagma.
1.2. Norma y rasgos plásticos
Una ocurrencia plástica se define por tres parámetros: la forma, el color y la textura. La norma plástica de un mensaje dado se elabora, pues, sobre estos tres planos, y una ocurrencia puede transgredirla en uno, en dos o en tres puntos de vista. En cada uno de estos planos será preciso, además, describir los elementos que entran en combinación mediante una fina descripción. Para simplificar, si tomamos un sintagma lineal con, por ejemplo, ooo<>oo, observamos en él una redundancia total en cuanto al color y en cuanto a la textura. En el plano de la forma, rasgos como «cercado», «simetría», «dimensión», son redundantes, pero no ios rasgos que constituyen el tipo geométrico.
La necesidad de definir exactamente los rasgos que soportan la redundancia y los que introducen la desviación hace surgir una pregunta: ¿conduce el análisis embrionario que acabamos de hacer a un inventario completo de los rasgos de lo plástico? Ya hemos respondido a esta pregunta al elaborar el concepto de tipo plástico.
Puede señalarse que rasgos que son pertinentes en un enunciado carecen totalmente ele relieve en otros. En el ejemplo evocado, la orientación, que en otro lugar puede ser un rasgo descriptor del cuadrado, no juega aquí ningún papel en la redundancia (puede ser indistintamente trazado o O: la presencia del círculo —que no posee ninguna característica de orientación— sólo selecciona el rasgo «simetría»). Se puede sacar la conclusión de que cualquier rasgo de un tipo permanece en estado de potencialidad y sólo se vuelve efectivo en el caso en que aparezca en otras ocurrencias plásticas, manifestadas en el mensaje, que presenten el mismo rasgo".
Estos problemas volverán a plantearse cada vez en términos particulares para los tres parámetros de lo plástico: la forma, la textura y el color. No obstante, lo esencial del método descriptivo seguirá igual en los tres casos. Entraremos, pues, en más detalles en la próxima división, la retórica de la forma, y ciertas observaciones que serán entonces formuladas serán válidas para los otros dos campos (como los caracteres de la norma: § 2.1.1.).
Empezaremos con el análisis de un enunciado ejemplar: Bételgeuse de Vasarely. Este análisis nos permitirá a la vez ver formarse una norma que ilustra las preguntas planteadas más arriba (§ 1.1.), y ver manifestarse transgresiones a esas normas2'9 bis, así como precisar más aún las características de la norma plástica.
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Una ocurrencia plástica se define por tres parámetros: la forma, el color y la textura. La norma plástica de un mensaje dado se elabora, pues, sobre estos tres planos, y una ocurrencia puede transgredirla en uno, en dos o en tres puntos de vista. En cada uno de estos planos será preciso, además, describir los elementos que entran en combinación mediante una fina descripción. Para simplificar, si tomamos un sintagma lineal con, por ejemplo, ooo<>oo, observamos en él una redundancia total en cuanto al color y en cuanto a la textura. En el plano de la forma, rasgos como «cercado», «simetría», «dimensión», son redundantes, pero no ios rasgos que constituyen el tipo geométrico.
La necesidad de definir exactamente los rasgos que soportan la redundancia y los que introducen la desviación hace surgir una pregunta: ¿conduce el análisis embrionario que acabamos de hacer a un inventario completo de los rasgos de lo plástico? Ya hemos respondido a esta pregunta al elaborar el concepto de tipo plástico.
Puede señalarse que rasgos que son pertinentes en un enunciado carecen totalmente ele relieve en otros. En el ejemplo evocado, la orientación, que en otro lugar puede ser un rasgo descriptor del cuadrado, no juega aquí ningún papel en la redundancia (puede ser indistintamente trazado o O: la presencia del círculo —que no posee ninguna característica de orientación— sólo selecciona el rasgo «simetría»). Se puede sacar la conclusión de que cualquier rasgo de un tipo permanece en estado de potencialidad y sólo se vuelve efectivo en el caso en que aparezca en otras ocurrencias plásticas, manifestadas en el mensaje, que presenten el mismo rasgo".
Estos problemas volverán a plantearse cada vez en términos particulares para los tres parámetros de lo plástico: la forma, la textura y el color. No obstante, lo esencial del método descriptivo seguirá igual en los tres casos. Entraremos, pues, en más detalles en la próxima división, la retórica de la forma, y ciertas observaciones que serán entonces formuladas serán válidas para los otros dos campos (como los caracteres de la norma: § 2.1.1.).
Empezaremos con el análisis de un enunciado ejemplar: Bételgeuse de Vasarely. Este análisis nos permitirá a la vez ver formarse una norma que ilustra las preguntas planteadas más arriba (§ 1.1.), y ver manifestarse transgresiones a esas normas2'9 bis, así como precisar más aún las características de la norma plástica.
Libro: Tratado del signo visual
Groupe µ
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